Dimitir y la responsabilidad política

Me sonrío al ver como nuestros representantes políticos nos han convertido en delincuentes, en unos casos somos estafadores y en otros casos asesinos... Y esto ha sido posible, porque una minoría de vecinos han ido a votar a nuestros representantes (democracia representativa) y éstos actúan en nuestro nombre.
Las actuaciones legislativas de nuestros gobernantes, no son excusa para que no nos sintamos responsables de todos los actos públicos que realicen... Ya que (nuestros políticos) actúan en nuestro nombre y no solo actúan en nombre de los que les han votado, por ello, todos somos responsables y delincuentes cuando las legislaciones (leyes aprobadas en el parlamento) propician la estafa (a sus ciudadanos) y autorizan el asesinato.
Por otro lado, me sorprende como nuestros representantes políticos se limpian las manos como Pilatos cuando legislan, y esto viene a cuento al escuchar los comentarios sobre la penúltima modificación del código penal en donde se incluye un nuevo sujeto imputativo, la figura “persona jurídica” entre otras cosas.
Parece ser, que en España la introducción en el código penal de la figura “persona jurídica” nos viene a decir, que los administradores (junta directiva) de una entidad jurídica (empresa, asociación) tienen responsabilidad penal. A lo que me pregunto entre otras cosas: ¿por qué no se han incluido ellos? Es decir, que tengan el mismo tratamiento penal cualquier entidad estatal, regional, provincial, comarcal u organismo público como ahora lo tiene la empresa o asociación...
Sería de recibo que cualquier administrador o administradores de una entidad jurídica (empresa y asociaciones) y su junta directiva tuvieran responsabilidad penal, si las responsabilidades penales también las tuviera cualquier político o miembro de la junta directiva de cualquier organismo oficial. Pero eso no es así, y nuestros políticos y sus organismos públicos se quedan al margen de esta nueva legislación. Porque no es lo mismo legislar para otros que para uno mismo.
Quizás por ello, contemplo como en el transcursos de estos últimos años el sistema de gobierno de representación democrática, se esta alejando de los sistemas de gobiernos de “utopías democráticas” y se esta acercando al “despotismo de minorías”, lo que implica un perjuicio de las personas que son gobernadas.
Sonrío cada vez que escucho a los políticos pedir a sus colegas las responsabilidades políticas o dimisión y ver como se les pone la boca pequeñita cuando se habla de posibles actos que están tipificados en el código penal pero que no se pueden imputar a ningún organismo publico (junta directiva o gobernante) pero si a una empresa o asociación.