Elecciones sin don Quijote

Ya no me pregunto: ¿por qué nuestros ilustres representantes cuando se acerca la época de votar, no recurren a la memoria histórica del siglo de oro, y mucho menos, citan a Don Quijote en sus mítines?.

Y no es porque no tenga fama quién lo escribió, que incluso han montado algún que otro espectáculo con su nombre: ¡Premio Miguel de Cervantes! Y si nos paseamos podríamos contemplar en diversos lugares de la geografía española algún que otro ¡Monumento a don Quijote y Sancho!.

¡Eso si! en tiempo de elecciones, ni la más mínima referencia… ¿No se han preguntado por qué?. Quizás es mejor no hacerlo, como tampoco sería aconsejable que trasladaran esa cuestión a nuestros queridos, representantes y miembros del gobierno de España. No, no lo hagan, que a poco que se precien (¿ilustrados?), ante esa cuestión, podrían mirarle mal y contestarles: “tu padre… por si acaso”.

¿Por qué les digo esto?, pues porque en el capítulo XLII de la segunda parte de la obra don Miguel de Cervantes (de ahí que nunca segundas partes fueron políticamente buenas), nada más enterarse don Quijote que Sancho iba a gobernar una insula, le adjetiva en toda su cara: «eres un porro». Y eso, no creo que les guste nada.

Pero además don Quijote se atreve a darle unos consejos: «atento a este tu Catón, que quiere aconsejarte y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto deste mar proceloso donde vas a engolfarte…». Esto quiere decir entre otras cosas, que no ceja en intentar que “su porro” siga unas normas o consejos que le encaminan como a cualquier gobernante a dar los pasos hacia un buen gobierno y evitar así, hacer de su gran cargo, un mal gobierno.

Quizás algunos se quedaron con lo que imagino Sancho cuando le mostraron por primera vez la insula que le proponían para gobernar. ¡La rechazó por pequeña!. ¡Pero claro! ¿Quien puede negarse a un manjar? y como él mismo dijo: «yo imagino que es bueno mandar, aunque sea a un hato de ganado».

“El ganado” nos de la pista del porque esos algunos (que se han dado cuenta de que es mas fácil gobernar un país borreguil que un país con ciudadanos libres, responsables e ilustrados), nos quieran convertir en esos, es decir, en un país de borregos y con esa máxima van actuado, llamando progresado al desarrollo de un sistema educativo donde sus resultados nos pone en los casi últimos puestos de los países civilizados (entre otras cosas).

¡Pero! ¿Cuál es el norte o la guía que don Quijote señala y da a Sancho?. Mejor no calentar a los que van a defenestrarse, pues si les escuchamos y contemplamos como algunos hablan de los obispo españoles, y en estas, se les dijera que tienen que tener: “temor de Dios”… ¡la podríamos armar!.

Don Quijote lo expresa de forma contundente: «Primeramente ¡oh hijo! has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada». Aunque si lo pudieran comprender, quizás comprobaran que se les exigiría demasiado incluso para dar el segundo paso. Pues don Quijote sin dar respiro continua: «Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando cono­certe a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede ima­ginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey…».

¡Lo tenemos claro!. Don Quijote no es políticamente correcto. Se ha movido y no le van a dejar salir en la foto.