¿A quién se multará?

Un ejemplo de cómo supuestamente se puede incumplir las normas del ayuntamiento, o como utilizar incorrectamente los bienes públicos, sin que pase nada.

En estos últimos días, se esta contemplando como en nombre de la máxima institución publica catalana, es decir, “LA GENERALIDAD DE CATALUÑA”, no se esta supuestamente respectando las normas de civismo y urbanidad de Rosas. Pues he comprobado como en su nombre, se están colocando carteles o hojas o panfletos, o como ustedes las quieran denominar, en farolas, y otros elementos del mobiliario urbano, eso si, pegaditas con celofán.
Un ejemplo de cómo supuestamente se puede incumplir las normas del ayuntamiento de Rosas, o como utilizar incorrectamente los bienes públicos, sin que pase nada. Este desprecio a las supuestas ordenanzas municipales de Rosas, podría ser un reflejo de lo que se puede esperar de nuestros queridos representantes y lo peor, quien se atreve a decir algo. Pero quizás, ¿Quién sabe?, se han cambiando las ordenanzas municipales sin que lo supiéramos, y desde ahora se pueden pegar panfletos en las farolas.

Mientras, el ayuntamiento, se esconde en un silencio administrativo y cierra los ojos, pues ¿a quién se va a multar? si aun siguen en vigor esas supuestas ordenanzas: a los peones de turno que han contratado la Generalidad y así poder eludir responsabilidades o a la propia Generalidad, que es la que firma esos panfletos.
¡Eso si!, la supuesta multa nunca podrá ser a los últimos responsables, pues teóricamente, son políticos que por su naturaleza, están cumpliendo un servicio publico, aunque se salten unas u otras supuestas normas. Y quizás por eso, aquí no pasa nada. Es otro claro ejemplo del supuesto civismo y de las supuestas cosas bien hechas.
Un buen dilema para nuestro querido alcalde, quizás sea mejor, no ver, no oír, no leer, no darse por enterado y por supuesto, no actuar. Y dejar que las aguas, por si solas, vuelvan al río. Quizás sea mejor utilizar el silencio administrativo, y hacer ver que aquí no pasa nada, aunque se hayan saltado varias supuestas normas cívicas en nuestro querido pueblo.
Pero si no fuera así, y realmente existe la ordenanza municipal que prohíbe pegar panfletos en las farolas y nuestro querido alcalde da un “Do de pecho”: ¿a quién multará?.