Artículos de opinión y pequeñas noticias sobre mi pueblo

11/1/08

Mejor que mi vecino

No se equivocaron al leer “ínsula” en ese modernizar el gobierno durante la merienda. Y en recuerdo de nuestro querido Sancho cuando tomó posesión de gobernador: «Hoy día, a tantos de tal mes y de tal año, tomó posesión desta ínsula el señor don Sancho Panza, que muchos años la goce». Se pensó que el “mejor gobierno” tendría más posibilidades de éxito si el vecino que gobernara era un amigo, o conocido o por lo menos un vecino que… primero hubiera nacido y más tarde que tan solo viviera, en las mismas “patrias chicas o ínsulas quijotescas”…

Y como la merienda no era de negros, (eso es lo que se supuso al principio) era lógico pensar que el vecino más próximo conocería mejor y de primera mano los problemas que tuviera nuestra pequeña gran ínsula. ¡De ahí! que saliera la voluntad y el proceso de ver como se iban multiplicando los vecinos que querían gobernar las ínsulas y quizás por eso, el parlamento peninsular tuvo una cantidad de hijos (más que número de regiones) que multiplicaron con creces los parlamentos previstos y de ello resulto una cantidad de funcionarios y de gobernantes que si no hubiéramos sido un país rico… Nuestra economía se hubiera perdido en los cerros de Úbeda. ¡Éramos un país rico!.

Así fue como las ínsulas quijotescas (esas pequeñas grandes regiones), se pusieron a disposición de ciertos vecinos para su mejor gobierno... Pero según cuentan que dicen, la realidad pudiera haber sido otra y como suele pasar en la practica algunos de esos nuevos gobiernos insulares no tomaron como ejemplo el gobierno de Sancho, sino que aspiraron a más (a mandar y a medrar en número para repartir los bienes de los vecinos entre sus amigos). Cuentan que algunos gobiernos insulares, tan solo se quedaron con una de las preguntas de nuestro querido Sancho: «¿Es posible que sean tan necios (los vecinos), que no echen de ver que semejantes horas como estás no son las que han de venir a negociar (buscar soluciones)?». De ahí que tuvieron urgencia en imponer un nuevo idioma entre sus vecinos para que se perdiera la memoria, no se diera el caso que se pusieran a leer y dejaran de ignorar como había terminado el gobierno de la ínsula quijotesca.

Por otro lado, en algunas ínsulas lo segundo que hicieron fue despedir (figurativamente) al sustituto del doctor Pedro Recio de Agüero, dejando que algún que otro ministerio de la península se recreara con las funciones del doctor, como por ejemplo al imitarle en cuestiones alimenticias, es decir, recordar los argumentos del doctor cuando decía : «Omnis saturatio mala, perdicis autem pessima. Quiere decir, toda hartazga es mala; pero la de las perdices, malísima». (En la modernización del gobierno, se ha sustituido las perdices por pizzas y hamburguesas); o al contradecir las indicciones del doctor, cuando habló por ejemplo de los conejos: «así es mi parecer que vuesa merced no coma de aquellos conejos guisados que allí están, porque es manjar peliagudo…».

De ahí, que la modernización del gobierno encontrara otra escusa (dar un mejor servicio) y se comenzó a subir los impuestos. ¡Hay que repartir la riqueza! ¡Hay que crear infraestructuras! ¡Hay que…! ¡ahí! Como duele al bolsillo... ¿Pero el gobierno más cercano no es el del municipio?. ¿Y la financiación del municipio no se esta también realizando mayoritariamente con impuestos directos y tasas (coste de servicios) que pagamos los vecinos?.

Cuentan que la merienda no era de negros y que al parecer no todas las ínsulas (regiones) son iguales... “¡Va! y, ahora me lo creo” y todos los municipios son iguales y todos los vecinos también... ¡Pues eso!, para evitar lo que se ve más, es decir, el caciquismo municipal, se opta por crear gobiernos y parlamentos de ínsulas quijotescas (regiones) y aquello que se suponía, es decir, “yo soy mejor que mi vecino” (para gobernar y administrar) solo se dará a escala regional y así se evita el caciquismo municipal… ¿Será por eso? Que no hay forma de desarrollar la autonomía municipal.

Pero ante esas preguntas la costosa realidad después de tantos años es que las ínsulas quijotescas (los parlamentos regionales), han aumentado como setas y la mediocridad de nuestros gobernantes también y dejando de lado el ejemplo e instrucciones que recibió nuestro querido Sancho nos esta costando más dinero, ese mantener a los gobernadores que deberían estar a nuestro servicio y solucionar nuestros problemas… Y que dada su mediocridad, en muchas ocasiones han conseguido que aumenten el número de problemas en estas pequeñas y grandes comunidades, y que nos cueste más ese vivir (subsistir) y además ¡ahora!... Ya no haya manera de sacárselos de encima.

Quizás por eso, no dejo de oír las palabra de Sancho: «Abrid camino, señores míos, y dejadme volver a mi antigua libertad: dejadme que vaya a buscar la vida pasada, para que me resucite de esta muerte presente».

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