Fumar en el hospital

Un día se me ocurre ir a un hospital de eso que tiene varios edificios, en su entrada encuentro esos letreritos que me hacen sonreír, pues muy cerca, hay un pequeño grupo de personas, que están dando sus última caladitas antes de entrar.

Me equivoco de edificio y me veo obligado a salir caminando hacia otro, por mi lado me pasan ambulancias y otros vehículos que están echando humo por sus tubos de escape. ¿No han leído el letrero de la entrada?.

Por el camino, presto atención a las instalaciones que existen en ese centro hospitalario y encuentro escondidos algunos grupos electrógenos y alguna caldera... ¡Que raro que estén funcionando, pues también echan humo!.

Eso de “Espacio sin humo” o “espai sense fum” debe referirse solo a los humos de los cigarrillos... ¿Puros, porros y pipas también? No se, pues los letreritos solo ilustran los cigarrillos de consumo. Me comentan que ha salido una nueva ley que prohíbe fumar en... Y que hay que cumplir la ley.

Ya ahora entiendo, la ley la tiene que cumplir el débil, el borrego, el que no le preocupa que le mermen su libertad, el irresponsable que quiere ser guiado para no pensar... Ya que los riesgos de inhalar los humos de la calefacción, de las centrales eléctricas térmicas (carbón entre otros combustibles), de los grupos electrógenos, de los vehículos de transporte pienso que pueden ser igual o tan dañinos como los humos de los cigarrillos.

Al final del camino encuentro a un medico y me comenta que si fumo no podrá operarme porque existe un mayor riesgo de que salga mal la operación. Me lo quedo mirando y le pregunto: ¿Tengo que cambiar de piso? ya los 243 microgramos de dióxido de nitrógeno entre otras cosas que respiro diariamente en la plaza donde vivo ¿no es también un factor de riesgo?.