Artículos de opinión y pequeñas noticias sobre mi pueblo

1/3/11

MH ΦONEYCHC

Un amigo mío me ha enviado un artículo donde se comenta que nuestros políticos nos están queriendo convertir en delincuentes... En su caso se refiere a unas actuaciones concretas de nuestros políticos cuyos actos legislativos (leyes y decretos) y su puesta en escena, podrían considerarse delictivas (lo titulaba: “MH AΠOCTEPHCHC” es decir: no cometer fraude o estafar).


Y plantea el error que se comete: “La gente piensa que no es responsable de lo que hacen sus representantes (democracia representativa), piensan que como algunas minorías votan cada cierto tiempo ya han cumplido como miembros de esta sociedad y que no son responsables del buen o mal gobierno que tienen...”.

Si eso fuera así y mi amigo tiene razón; y la gente es responsable de lo que hacen nuestros representantes (gobiernos y políticos), podríamos decir que ya somos unos delincuentes, pues somos cómplices de los asesinatos que se realizan en los hospitales y clínicas del país, al haber consentido la legalización de la destrucción y muerte de la vida que existe dentro de nuestras mujeres embarazadas.

Y esa complicidad nos viene dada al dejar que nuestros políticos hayan legislado y hayan aprobado leyes donde se permite asesinar (aunque lo llamen interrupción voluntaria...) y además, pagar y financiar (a través de nuestros impuestos) esta clase de asesinatos, con la escusa (según nuestros representantes) de la necesidad (por parte de los asesinos) de tomar las medidas necesarias para garantizar la eficacia y sanidad de la destrucción de una vida.

Supongo que los verdugos (médicos y especialistas en ginecología) habrán tenido una miopía puntual, cuando tuvieron que leer su código deontológico, o quizás lo hayan cambiado y la ética de salvaguardar la vida ya no es un asunto que les concierne.

Para seguir la costumbre de mi amigo, he ido a buscar la fuente de nuestros principios, donde he encontrado el título de mi artículo: MH ΦONEYCHC = no matarás, no asesinarás... observando esa pequeña y gran diferencia entre los dos verbos, pues mientras podría darse el caso de que se pueda matar por accidente, no se puede dar el caso de asesinar por accidente, ya que el asesinato es un matar con premeditación... y se me apuran con alevosía y esa premeditación es la que se da en nuestras leyes para quitar la vida al hijo que esta aún en el vientre de la madre y convertirnos a todos en cómplices de asesinato.

Y como decía mi otro amigo (que en paz descante) llamado Ortega. “el mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar”.

1 comentario:

comprar reductil dijo...

Me ha encantado leer tu blog :)