La tabla salva tobillos

No es un nuevo juego, ni una escultura de arte moderno, ni quiere parecerse a los nuevos y agresivos “salva árboles” que se están poniendo detrás de la Ciudadela. Tampoco quiere dar a conocer la hora solar, ni muestra el punto donde se ven claramente las tres alzadas de los tres edificios del fondo, como si fueran una escalera para un gigante que le llevara hasta las letras luminosas del Hotel Sant Marc, es simplemente una pequeña tabla denominada: “salva tobillos”.
Ha sido de elaboración propia, no por mi, sino por los vecinos de la zona, tiene su pequeña historia, y todo para evitar caerse dentro y no meter el pie, pues “meter la pata” tan solo pueden hacerlo los animales que en alguna ocasión nos acompañan, o los responsable de alguna empresa no se si publica o privada, que no han advertido el peligro de dejar un registro sin su correspondiente tapa.

La historia empezó hace un par de meses, han pasado por ahí policías municipales, barrenderos, y algún que otro funcionario del ayuntamiento, sin que por ello, se haya arreglado nada. Quizás me equivoque y han emitido el informe correspondiente sobre tal desperfecto y tan solo es cuestión de tiempo. Pero los vecinos no han querido esperar.

Así pues, el primer vecino se le ocurrió poner un cubo, por cierto muy feo, de un color azul desgastado, pero no hubo suerte y el cubo fue comido o mejor dicho engullido por el agujero. Un segundo vecino, para evitar que nadie se hiciera daño, puso una tabla horizontal, pero tampoco tuvo suerte, pues el viento y algún que otro golpecito la movieron y no se consiguió tapar el agujero. Así pues el tercer vecino, puso la tabla dentro del agujero, no lo tapa, pero todos la ven y se percatan del riesgo.
¡Menos mal! que el agujero esta al lado de una farola, la cual esta cumpliendo su función, todas las noches nos alumbra y nos avisa donde esta “la tabla salva tobillos”. Así nadie meta la pata, aunque “la pata” hay algunos que ya la metieron.