El canal del remo

Creando más patrimonio, sin saber conservar el que hay. Esa podría ser la frase que defina al parecer, la política existente en el municipio de Rosas. De ahí que mi amigo Bruno, me venga a dar la razón (solo por una vez), de que debemos dejar de lado las banderas y los certificados que dicen que tienen las playas de Rosas, pues desde mitades de agosto las duchas siguen sin soltar ni una gota de agua.
Si además se comenta que en los años venideros el dinero de nuestro ayuntamiento se destinara a “Punta Falconera”, no habrá así promoción, ni adecuación de ese deporte del remo en el “canal del remo” que existe en Santa Margarita.
Mi amigo Bruno, lo llama “canal muerto” porque todas las aguas de algunas acequias van a parar a este y sus aguas suelen estar tranquilas, pues no hay barcos que se paseen por él, aunque antaño había una pequeña embarcación a remos, pero con el tiempo parece que ha desaparecido. Además con los años, algún que otro gamberro, ha ido tirando algún que otro contenedor de basura, y algún que otro carrito de la compra, quedándose estos últimos en las profundidades del canal. Pero como no es muy profundo, si uno se fija bien, puede contemplar aun los restos del gamberrismo que ha existido en la zona.
La imagen poética del “canal del remo”, la podemos contemplar a veces, según por donde se bordee, al mirar sus aguas, pues puede verse el reflejo de ese restaurante o sala de baile llamado “New Orleáns” y nos puede hacer soñar lo que podría haber sido y no es.
Un estudio de viabilidad no para el fondeo de las calas de Rosas, sino para la practica tanto en verano, como en invierno de un deporte como el remo, en este “canal muerto”, es lo que quizás tendría que haberse gastado el dinero nuestro alcalde. Pero como estamos acostumbrados, el mirar siempre para el otro lado e intentar crear patrimonio y no es primordial el mantener y poder disfrutar del que tenemos. ¡Pues eso! tendrá que esperar.