Dos troncos menos

Me cuentan, que se justifico esas mayores ventajas que se conseguían con la nueva forma de aparcar ...

Los troncos, van desapareciendo poco a poco, sin que apenas se vaya notando, dicen algunos, que aun hay demasiados. ¿Troncos muertos, troncos vivos?, ¡que más da!, no son los troncos que amistosamente se utilizan en la jerga juvenil, son troncos que tan solo nos han acompañado en nuestro día a día, desde que venimos a vivir aquí.
Y no tendría que ser noticia la actuación de las pequeñas reparaciones que la empresa Rosersa, (empresa municipal de Rosas) esta llevando a cabo, no tan solo en la calle de la “Punta de la Figuera” sino también en las jardineras de las calles de alrededor. Pero es noticia, en el momento que hace desaparecer “los árboles molestos”. Unos dicen que son dos, otros uno, realmente, al parecer da lo mismo, pues no dejaban de ser “troncos molestos”. Y en su lugar, ahora existe un par de metros cuadrados de pavimento.
Recuerdo que a mitades del año pasado, en pleno inicio de la temporada de verano, algunos comerciantes e incluso la asociación de vecinos, mandaron varias instancias al ayuntamiento porque consideraban que se había agravado la situación con la nueva forma de aparcar los coches en la calle. El ayuntamiento aun considerando que tenían razón los comerciantes, alegó que las ventajas conseguidas superaban con creces los inconvenientes.
Me cuentan que vinieron varios regidores del ayuntamiento a percatarse del problema que se había creado, que salió por la televisión de Rosas la noticia. Me cuentan, que se justifico esas mayores ventajas que se conseguían con la nueva forma de aparcar, aun a costa de que no pudieran pasar los peatones por la acera. Me cuentan... Que de nada sirvió que se escribieran instancias al ayuntamiento y que se pidieran soluciones a los mayores problemas creados por ellos mismos.
Me cuentan muchas cosas, pero la realidad, es que nada más empezar este nuevo año, Rosersa ha hecho desaparecer uno o dos árboles. ¿Uno o dos troncos muertos?. Ya nadie lo quiere recordar, quizás sea mejor así, olvidarnos de la naturaleza que a algunos incordia. Y ahora, en su lugar, podremos contemplar un hermoso pavimento, donde los peatones pueden pasar libremente y sin obstáculos, donde no hay cabida ni para las higueras, pues ya antes no las había, aunque el nombre de la calle pudiera hacer alguna alusión.