“Pagar y callar… Que Rosas es muy grande para poder atender nuestras quejas”.
Siguiendo los comentarios a las fotos que me han enviado, hoy toca comentar lo que podríamos llamar “La calle del futuro”.
Ese mismo futuro que tienen las quejas o sugerencias de nuestros queridos vecinos de Santa Margarita. De ahí que merezca este pequeño comentario, pero quizás debería explicar antes, un poco su historia, o más bien, debería advertir, que a nadie se le ha ocurrido poner de esos letreros que sugieren que la calle no tiene salida, ¡en fin! no se, pues no todos saben de su utilidad social o quizás apenas algunos pocos, se han tomado la molestia de saber porque existe.
La calle tiene tanto futuro, que nuestras queridas autoridades no se han molestado en ponerle un nombre. Los bordillos brillan por su inexistencia y la naturaleza ha empezado a recuperar parte de lo que en su día la actividad humana conquisto a fuerza de arrancar plantas, aplanar el terreno y alquitranar. (foto: calle-sin)
En la realidad, la calle del futuro, sirve entre otras cosas para realizar la prueba del muro, es decir, cuando un vecino se incomoda por alguna deficiencia en Santa Margarita, se le lleva a esta calle, se le tapan los ojos y se le dice que ande en línea recta, si el vecino lo consigue, a no más de cincuenta pasos se da contra el muro. Así aprende, así comprende, así asimila, lo que va ha encontrar en el ayuntamiento de Rosas, cuando vaya a exponer su problema.
¡No se crean!, este ejercicio es de gran utilidad social, pues los vecinos de Santa Margarita que han pasado por esta prueba, aprenden enseguida, lo que el ayuntamiento de Rosas, desea de ellos.
Por otro lado, muchos no saben que detrás del muro, sigue la calle sin asfaltar, aunque no es utilizada de la misma forma, ni existe la costumbre de llevar a los primerizos para pasar la prueba del muro y comprendan una cosa tan elemental, que desde hace mucho tiempo el ayuntamiento se ha propuesto inculcarnos.
“Pagar y callar… Que Rosas es muy grande para poder atender nuestras quejas”.
Siguiendo los comentarios a las fotos que me han enviado, hoy toca comentar lo que podríamos llamar “La calle del futuro”.
Ese mismo futuro que tienen las quejas o sugerencias de nuestros queridos vecinos de Santa Margarita. De ahí que merezca este pequeño comentario, pero quizás debería explicar antes, un poco su historia, o más bien, debería advertir, que a nadie se le ha ocurrido poner de esos letreros que sugieren que la calle no tiene salida, ¡en fin! no se, pues no todos saben de su utilidad social o quizás apenas algunos pocos, se han tomado la molestia de saber porque existe.
La calle tiene tanto futuro, que nuestras queridas autoridades no se han molestado en ponerle un nombre. Los bordillos brillan por su inexistencia y la naturaleza ha empezado a recuperar parte de lo que en su día la actividad humana conquisto a fuerza de arrancar plantas, aplanar el terreno y alquitranar. (foto: calle-sin)
En la realidad, la calle del futuro, sirve entre otras cosas para realizar la prueba del muro, es decir, cuando un vecino se incomoda por alguna deficiencia en Santa Margarita, se le lleva a esta calle, se le tapan los ojos y se le dice que ande en línea recta, si el vecino lo consigue, a no más de cincuenta pasos se da contra el muro. Así aprende, así comprende, así asimila, lo que va ha encontrar en el ayuntamiento de Rosas, cuando vaya a exponer su problema.
¡No se crean!, este ejercicio es de gran utilidad social, pues los vecinos de Santa Margarita que han pasado por esta prueba, aprenden enseguida, lo que el ayuntamiento de Rosas, desea de ellos.
Por otro lado, muchos no saben que detrás del muro, sigue la calle sin asfaltar, aunque no es utilizada de la misma forma, ni existe la costumbre de llevar a los primerizos para pasar la prueba del muro y comprendan una cosa tan elemental, que desde hace mucho tiempo el ayuntamiento se ha propuesto inculcarnos.
“Pagar y callar… Que Rosas es muy grande para poder atender nuestras quejas”.
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