¡Volveremos a votar!

Se acercan una nuevas elecciones, y apenas nadie se acuerda de que un año como este, hace ya treinta años, algunos fueron a votar por primera vez en unas elecciones democráticas que se hacían por estas tierras tras la dictadura.

Dicen, que fueron las primeras que se realizaban tras la generación que había vivido una dictadura en este hermoso país. Pero ¿Quién se acuerda?.

Hoy en el pueblo, disponemos de una piscina cubierta, un puerto deportivo, un polideportivo, un paseo marítimo (que si no estas en forma no puedes recorrerlo en toda su extensión), un teatro, unos molinos de viento que supuestamente generan electricidad, un observatorio del trafico aéreo (entre otras cosas) y unas granjas marinas que se han establecido tímidamente (como respuesta a la crisis de un sector de nuestra economía que va ha ser difícil superar) en nuestra hermosa bahía. Dicen también que se dispone de un museo y de un centro de atención primaria, de varios colegios, de dos puertos marítimos y un juzgado de paz...

Todo ello, ha sido gracias al esfuerzo de muchos conciudadanos y de haber tenido la suerte de disponer de una fuente fundamental de ingresos, llamada “turismo”.

Este año volveremos a celebrar nuevas elecciones, pero no son como las de hace treinta años, este año no nos vamos a planteamos como queremos reorganizar el país. Este año, en estas elecciones, se plantea quién va a formar del gobierno en nuestro querido pueblo, quien va a administrar nuestros dineros, como y quienes se van a repartir los puestos de las empresas municipales, en definitiva, ¿como y de que forma y con que medios se va a gestionar el patrimonio y los servicios? Y algo importante ¿A dónde vamos a ir y como?.

¡Esto es serio! No es una broma, habrá que dar respuesta a algunos planteamientos entre otras cosas, y evitar que algunos se aprovechen de unas siglas de un partido cualquiera, donde no se vota a la persona y se utilizan para ocupar un puesto de regidor y cobrar una mensualidad.

Unos hablaran de economía sostenible, otros de la agenda 21, otros de las obras ya hechas (es decir de historia), otros no sabrán o no contestarán, y la mayoría…, ¡pues eso!, se quedará sin saber que es lo que nos espera con esa clase de representantes.

Bueno, no es eso correcto… Algunos tienen la esperanza de que la mayoría… ¡Despierte! Que la gente tome interés por lo que sucede a su alrededor, que vuelvan a votar como hace treinta años, pero no para solucionar los problemas de un país, sino para solucionar los problemas del día a día, y elegir a aquellos que mejor puedan defender esos cambios o esos caminos que nos lleven hacia ese progreso sostenible tan deseado y necesario para nuestro hermoso pueblo.

Mientras otros pocos, como siempre, pues eso, a vivir que son cuatro días, que nunca se sabe lo que a uno le espera.