Artículos de opinión y pequeñas noticias sobre mi pueblo

12/9/07

Soberanos independientes

Últimamente se esta practicando un juego a nivel regional que consiste en conseguir una independencia soberana. En este juego se puede, se permite y se alienta el cambiar la historia, el argumentar con la violencia de los puños, el insultar y amenazar al oponente, el proclamarse soberanos e independientes, el crear súbditos, el mirarse el ombligo, el manipular y prohibir ciertas tradiciones, el provocar en la calle, en la universidad, en las conferencias al demócrata que no quiere jugar, el mantener ciertos privilegios, el transformar al ciudadano en cliente o servidor, el desmontar y desprestigiar a los movimientos asociativos que no estén “por y para” el juego, el reeducar a los futuros colegas, e incluso, el vestir a la mona con un vestido de seda…

Se pueden hacer muchas cosas, ¡tantas cosas! que apenas hay tiempo para que uno advierta que algo está fallando. ¡Si!, parece que hay algo en este juego que no puede ser admito, que se considera una lacra y que se debe omitir. Para ello se ha reducido la visión del campo de juego. Esta visión, actúa de la misma forma que en los juegos de ordenador donde la niebla o visión del campo de batalla apenas deja ver más allá del tiro de piedra donde sus héroes se mueven.

Quizás por esto, en el sistema educativo la reflexión y la búsqueda de la verdad no tienen “entrada”. Así mismo, se puede contemplar la participación de los medios de comunicación que viven de este juego, en ellos se aprecia como se evita en lo posible (no publican apenas), cualquier discurso que pudiera desvirtuar el juego de la independencia soberana, pues los que están en los primeros puestos como candidatos a ganar generalmente financian, controlan y dan cobertura mediante las licencias oportunas a estos informadores y ponen todas las dificultades a los que no están por la labor de practicar este juego...

Las practicas del mercadeo funcionan con pequeños lemas repetitivos hasta la saciedad que van despejando el camino y reconduciendo a los jugadores. Apenas existen alternativas, así pues, las indicaciones que recibimos nos enseñan el camino, es decir, debemos concentrarnos en nuestros quehaceres diarios y como ser unos buenos jugadores, sin pensar que pueda existir ese “elemento perturbador” que induzca a la reflexión o búsqueda de la verdad, como norma, ese “elemento” hay que dejarlo sin cobertura o plasmarlo en niveles mínimos. “Uno” solo puede pensar en como divertirte, en como comer, en como ganar en el juego de la independencia soberana, pero llegado a este punto y eso es lo importante, debe dejar de pensar. Si además esta en Cataluña, lo debe hacer en catalán.

Pero como todo juego, siempre hay un final y quizás este final no les guste a los soberanos independientes de ciertas regiones, y no se tardará mucho en ver, como se apresuran (sin demora) a dar por terminado el juego a la primera victoria que consigan, pues no querrán encontrarse (si continuaran jugando y se mantuvieran las mismas reglas de juego), con la desmembración de su región al surgirles una multitud de “enanos comarcarles” que exijan también su soberana independencia.

¡Si! Este es el juego, y si se continua jugando saldrán pequeños soberanos independientes que también querrán ganar y conseguir un titulo como el de “Presidente de la comarca soberana e independiente de…” también empezaran por implantar esa otra autonomía en nuestras pequeñas, queridas y nunca olvidadas comarcas que supuestamente sufren y padecen del centralismo regional…

¡Y entonces! ¿que harán?. Lo más seguro, es que dirán que el juego se ha terminado, es decir, ya no se puede seguir jugando a ser soberano e independiente, que la región es mejor que la comarca y la riqueza no da para tantos, así pues, no es correcto que las comarcas empiecen a plantear la búsqueda de su soberanía e independencia… Pero quizás también, por una simple cuestión de supervivencia, empiecen otro juego que consistiría en ir anexionándose otras regiones limítrofes.

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