Premios

Orgulloso de que Carmen en medio de sus cariñosos rayos de luna me dejara colar en un reparto de premios: “(*) Con la prisa y el contar en bloques me dejé a un mosquetero en el camino, Jaume, articulista con solera y buen hacer que arma la marimorena caballerosamente desde su discreto espacio del Ampurdán. ¡Cómo pude olvidarme!”.

Y alagado unos días más tarde cuando la sonrisa de Mª Ángeles me insto a que recogiera otro premio: “Jaume vete a … tienes un premio que has de recoger”. Y sin apenas tiempo de reaccionar, no había terminado casi de pasar un día que me convertí en pollo frito, ante las reprimendas de su sonrisa: “Por cierto pollo, no has colgado el trofeo... Humm, estos hombres qué poco os gusta la decoración”.

No valieron las excusas de no saber recoger el premio o trasladarlo, ni tampoco sirvió reconocer mi ignorancia sobre lo que se tenía que hacer… El pollo frito esta listo para llevarlo a la mesa y realizar con él una degustación.

En silencio, fui limpiando penosamente las pequeñas frituras pegadas a la piel y junto a la timidez que me acompañaba, fui bordeando el lago de la ignorancia, como quien no sabe o no contesta y espera llegar a fin de mes.

Pero como no ha dos sin tres y a la tercera dicen que va la vencida… Apareció Estrella con una mención a otro premio…. ¿que importaba que me recordara al primero?, pues con su mirada escribió: “A Jaume de "Artículos de Opinión", precisamente por lo bien que escribe”.

De ahí que alce la voz y grite: ¡Mujeres! Delicioso manjar… Que suerte tienen sus hombres de tenerlas al lado en su caminar.

Y ya puesta la mirada en ellas, como si resurgiera aquel hidalgo que llevo dentro y que “en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”, vi como me desarmaban (él se imaginaba que aquéllas traídas y llevadas que le desarmaban eran algunas principales señoras y damas de aquel castillo) y escogí estas estrofas extraídas de un libro que decían:

—Nunca fuera caballero
de damas tan bien servido
como fuera don Quijote
cuando de su aldea vino:
Doncellas curaban dél;
Princesas, del su rocino.

De ahí que empezara con esfuerzos a buscar respuestas: ¿de donde venían?, ¿a donde se dirigían?. Premios tales como “Arte y pico” y “Dardos”. Siendo estos, los dos premios más uno repetido que he tenido el honor de habérseme ofrecido.

El primero, lo invento una uruguaya que después de visitar muchos blocs que la nutrían y enriquecían el espíritu y la creatividad… ¡Creo!, puso reglas femeninas y propuso la cadena que en un principio era para las mujeres… Sin ella proponérselo, se comenzó a repartir indistintamente entre ambos sexos en un intento de reconocer a la creatividad, esmero, compañerismo, alegría y sobre todo arte que desde su bloc propiciaba.

El segundo, se ha pretendido inflar (cuan dardo acierta al globo de feria) dándole un aíre de reconocimiento y prestigio en el mundo de la literatura, sin haber podido precisar en mis investigaciones ningún soporte que fundamente tal presentación. Pero soñar cuesta poco, y en ese intento de transmitir valores culturales, éticos, literarios, personal, etc… ¿Quién no se deja alagar aunque sea un sueño?.

Lo importante al parecer, es la intención y el detalle de quién te lo hace. ¡Gracias!